miércoles, 13 de mayo de 2015

VENDRÁ A USTEDES EL ESPÍRITU DE LA VERDAD



A la Hora de pasar de este mundo al Padre, Jesús dijo a sus discípulos:


Todavía tengo muchas cosas que decirles, pero ustedes no las pueden comprender ahora.


Cuando venga el Espíritu de la Verdad, Él los introducirá en toda la verdad, porque no hablará por sí mismo, sino que dirá lo que ha oído y les anunciará lo que irá sucediendo.


Él me glorificará, porque recibirá de lo mío y se lo anunciará a ustedes.


Todo lo que es del Padre es mío. Por eso les digo: «Recibirá de lo mío y se lo anunciará a ustedes».


Palabra del Señor



¿Qué me quieres decir, Señor?

¿Cómo puedo hacer realidad este evangelio en mi vida?

Pueden ayudar estas ideas:



Jesús es un buen maestro. No lo dice todo de golpe. Nos invita a seguirle y conforme vamos asimilando las primeras lecciones, nos va descubriendo las siguientes; primero nos alimenta con papillas y cuando llega el tiempo oportuno nos da pescados y carne. Esta actitud de Jesús contrasta con nuestra prisa, con nuestra falta de paciencia. Nos gustaría saberlo todo ya, hacerlo todo enseguida, ser santos de un día para otro...

“Señor, gracias por tu paciencia para con nosotros”

“Ayúdame a ser paciente conmigo mismo”

“Perdona y cura mi impaciencia”

           

La pedagogía de Jesús, su modo de enseñar es un ejemplo para los padres, los educadores, los sacerdotes... Por un lado respeta los ritmos de las personas, por otro anima constantemente a trabajar los valores, los talentos recibidos.

“Señor, que nuestra palabra comprenda y anime, consuele y llame a la conversión, respete y ayude a crecer”



Nos estamos acercando a Pentecostés. Preparemos nuestro corazón para recibir el don del Espíritu, pidiéndolo con insistencia, con confianza.

“Espíritu Santo, ven, enséñanos, consuélanos, anímanos”

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