jueves, 30 de abril de 2015

EL SERVIDOR NO ES MÁS GRANDE QUE SU SEÑOR



Antes de la fiesta de Pascua, Jesús lavó los pies a sus discípulos, y les dijo:

«Les aseguro que el servidor no es más grande que su señor, ni el enviado más grande que el que lo envía.

Ustedes serán felices si, sabiendo estas cosas, las practican. No lo digo por todos ustedes; Yo conozco a los que he elegido. Pero es necesario que se cumpla la Escritura que dice:

"El que comparte mi pan se volvió contra mí".

Les digo esto desde ahora, antes que suceda, para que cuando suceda, crean que Yo Soy.

Les aseguro que el que reciba al que Yo envíe me recibe a mí, y el que me recibe, recibe al que me envió.

Palabra del Señor

¿Qué me quieres decir, Señor?

¿Cómo puedo hacer realidad este evangelio en mi vida?

Pueden ayudar estas ideas:

Hemos leído muchas veces el Evangelio, hemos participado en muchas Eucaristías! Incluso hemos leído libros de teología... ¡Cuantas cosas sabemos de Jesús!  A nosotros también nos dice Jesús: “puesto que sabéis esto, dichosos vosotros si lo ponéis en práctica”. La Palabra de Dios no puede salvarnos, no puede hacernos felices, si nos contentamos con escucharla, con conocerla.

Jesús, Hijo de Dios, hermano nuestro, nos has revelado tu secreto.

Podemos ser felices y libres, como Tú.

Tú nos aseguras que seremos felices y libres si las riquezas no nos atan, si sabemos compartir con los demás, si aguantamos las ofensas sin vengarnos, si sentimos en nosotros las desgracias ajenas, si buscamos la justicia por encima de nuestros intereses, si tratamos de comprender y perdonar, si nuestra mirada y nuestro corazón son limpios, si ponemos paz a nuestro alrededor, si lavamos los pies y servimos a los hermanos, si acogemos el amor de Padre como el mejor regalo.

Jesús, tu mensaje es sencillo, pero nos cuesta mucho ponerlo en práctica.

Por eso, te pedimos ayuda.

Lo que nosotros no podemos que tu Espíritu lo realice en nosotros para que cada día seamos más  felices y libres como Tú y siempre contigo. Amén.

¿Qué recibiremos si ponemos en práctica lo que Jesús nos ha enseñado con sus palabras y obras? Lo mismo que Jesús recibió, porque el siervo no más que su señor: algunos nos traicionaran, nos harán sufrir; otros nos escucharán y nos llenarán el corazón de amor y gratitud... y Dios Padre nos dará en esta tierra el ciento por uno y después vida eterna.

“Señor, enséñanos a encajar traiciones y cruces”

“Gracias por las personas que nos acogen con amor”

“Señor, sabemos que no te dejas ganar en generosidad. Gracias”

“Perdona y cura nuestra falta de voluntad para vivir como Tú”


Amén

miércoles, 29 de abril de 2015

EL QUE ME VE, VE AL QUE ME ENVIÓ



Jesús exclamó:

El que cree en mí, en realidad no cree en mí, sino en Aquél que me envió. y el que me ve, ve al que me envió.

Yo soy la luz, y he venido al mundo para que todo el que crea en mí no permanezca en las tinieblas.

Al que escucha mis palabras y no las cumple, Yo no lo juzgo, porque no vine a juzgar al mundo, sino a salvar al mundo.

El que me rechaza y no recibe mis palabras, ya tiene quien lo juzgue: la palabra que Yo he anunciado es la que lo juzgará en el último día.

Porque Yo no hablé por mí mismo: el Padre que me ha enviado me ordenó lo que debía decir y anunciar; y Yo sé que su mandato es Vida eterna.

Las palabras que digo, las digo como el Padre me lo ordenó.

Palabra del Señor

¿Qué me quieres decir, Señor?

¿Cómo puedo hacer realidad este evangelio en mi vida?

Pueden ayudar estas ideas:

Sólo el Hijo unigénito del Padre lo conoce a Él. Y el Padre Dios le ha confiado una misión al Hijo: salvarnos por medio del amor hasta el extremo, que se convierte en la entrega de la propia vida. Así, a través de Cristo conocemos a Dios y el amor que nos tiene. Eso es lo que el Padre Dios le confió a su Hijo para que nos lo revelara. Quien rechace a Cristo estará rechazando al Padre Dios, que lo envió, y se estará cerrando a la salvación. Cuando seamos juzgados en el amor nosotros mismos seremos salvados conforme a la aceptación de ese amor que Dios nos ha tenido y que nos ha manifestado en su Hijo hecho uno de nosotros. Ojalá y no nos cerremos al amor de Dios, pues entonces el amor se convertiría en juicio de condenación por no haber creído en ese amor.

En esta celebración del Memorial de la Pascua de Cristo el Señor se convierte para nosotros en Luz que ilumina nuestro camino con su Palabra. Hemos venido a escuchar al Señor para comprometernos con Él en trabajar a favor de su Reino. Pero el Señor se convierte también para nosotros en alimento de vida que nos hace ser un signo de la Vida de Dios para el mundo. Nosotros entramos en comunión de vida con Él y con la Misión que el Padre Dios le confió. Desde Él conocemos el amor que el Padre Dios nos tiene, y desde Él escuchamos al Padre que no sólo nos concede el perdón y nos da palabras de aliento, sino que también nos envía, en su Nombre, para que proclamemos la Buena Nueva del amor que nos ha manifestado en su propio Hijo. Puesto que Jesús se ha comprometido en concedernos todo lo que le pidamos, no nos quedemos en peticiones de cosas meramente temporales; roguémosle que nos conceda en abundancia su Vida y su Espíritu, para que seamos fieles testigos de su amor en el mundo.

Amén

martes, 28 de abril de 2015

YA SE LOS DIJE, PERO USTEDES NO LO CREEN



Se celebraba en Jerusalén la fiesta de la Dedicación. Era invierno, y Jesús se paseaba por el Templo, en el Pórtico de Salomón.

Los judíos lo rodearon y le preguntaron: «¿Hasta cuándo nos tendrás en suspenso? Si eres el Mesías, dilo abiertamente». Jesús les respondió:

«Ya se lo dije, pero ustedes no lo creen.

Las obras que hago en nombre de mi Padre dan testimonio de mí, pero ustedes no creen, porque no son de mis ovejas.

Mis ovejas escuchan mi voz, Yo las conozco y ellas me siguen.

Yo les doy Vida eterna: ellas no perecerán jamás y nadie las arrebatará de mis manos.

Mi Padre, que me las ha dado, es superior a todos y nadie puede arrebatar nada de las manos de mi Padre.

El Padre y Yo somos una sola cosa».

Palabra del Señor

¿Qué me quieres decir, Señor?

¿Cómo puedo hacer realidad este evangelio en mi vida?

Pueden ayudar estas ideas:

“Os lo he dicho y no me creéis”. Cuántas veces repitió Jesús estas palabras a los judíos y cuántas veces nos las dirige a nosotros.

“Señor danos fe para creer en ti, para creer en tu Palabra”

“No te canses de repetirnos tu Palabra. No cuesta comprender”

“Danos paciencia para comprender al que le cuesta creer”

“No me creéis, porque no sois ovejas mías”. Creemos muy seguros que pertenecemos al rebaño de Jesús, pero en muchas ocasiones escuchamos más y seguimos con más devoción a otros pastores (políticos, periodistas, pensadores, eclesiásticos...)

¿A qué pastores escuchas y sigues?

¿Qué te dice Dios? ¿Qué le dices?

“Mis ovejas reconocen mi voz, y yo las conozco y ellas me siguen”. Para conocer la voz de Jesús hay que escucharla muchas veces. Su voz de no es estridente, es suave y necesita silencio para poder ser escuchada. Su voz se oye con más fuerza en el camino del seguimiento.

¿Qué haces para escuchar la voz del Señor? ¿Qué podrías hacer?

¿Qué te dices Dios? ¿Qué le dices?

Pastor de tu pueblo, Tú nos guiaste por mesetas montes y cañadas, con paciencia, ternura y sabiduría, como los viejos pastores guían sus rebaños.

Hoy estamos desorientados y sin sueños.

¿Por qué no vienes a estar con nosotros un rato?

¿Por qué no nos sacas de estos apriscos vanos?

¿Por qué sigues sentado en tu trono de nubes?

Andamos errantes por campos agostados sorbiendo el polvo y nuestro llanto; nos flaquean el ánimo y las fuerzas y no encontramos un lugar de descanso.

Hemos perdido el horizonte que nos señalaste y somos víctimas de nuestros miedos, de nuestros anhelos frustrados en el camino, de nuestros egoísmos y laberintos diarios.

Tú, que eres buen pastor, con entrañas y corazón...

Tú, que conoces a los tuyos por su nombre...

Tú, que los defiendes de lobos y otros peligros...

Tú, que prometiste darnos vida siempre...

¡Sílbanos tus alegres canciones que motivan, llévanos por tus caminos preferidos, condúcenos a los pastos que alimentan y a las fuentes refrescantes que Tú conoces.

¡Muéstranos tu rostro alegre y luminoso, como el sol nos ofrece generoso el suyo!

¡Guíanos, en estos tiempos de duda e incertidumbre, con paciencia, ternura y sabiduría!

¡Reúnenos, cúranos, defiéndenos y danos tu Espíritu!

Amén

lunes, 27 de abril de 2015

LA COSECHA ES ABUNDANTE Y LOS TRABAJADORES POCOS



Jesús recorría todas las ciudades y los pueblos, enseñando en las sinagogas de ellos, proclamando la Buena Noticia del Reino y sanando todas las enfermedades y dolencias.

Al ver a la multitud, tuvo compasión, porque estaban fatigados y abatidos, como ovejas que no tienen pastor.

Entonces dijo a sus discípulos:

«La cosecha es abundante, pero los trabajadores son pocos. Rueguen al dueño de los sembrados que envíe trabajadores para la cosecha».

Palabra del Señor
¿Qué me quieres decir, Señor?
¿Cómo puedo hacer realidad este evangelio en mi vida?

La evangelización es una gran tarea que compromete a todos en la Iglesia. Ciertamente, hay mucho por hacer.

¡Cuántas personas que todavía no saben del amor de Dios en sus vidas!

¡Cuántos hay esperando una palabra que los guíe!

Seamos nosotros obreros comprometidos en la evangelización.

Por eso, la tarea de este Blog es: Evangelizar a los que entran en él, con reflexiones positivas para todos.

En unión con los otros blogs que tengo en la red, luchar porque los seguidores de Jesús seamos mejores con nuestros hermanos y familiares.

Que Dios los bendiga a todos.

Amén

domingo, 26 de abril de 2015

VAYAN POR TODO EL MUNDO Y ANUNCIEN LA BUENA NOTICIA



Jesús resucitado se apareció a los Once y les dijo:

«Vayan por todo el mundo, anuncien la Buena Noticia a toda la creación. El que crea y se bautice se salvará. El que no crea se condenará.

Y estos prodigios acompañarán a los que crean: arrojarán demonios en mi Nombre y hablarán nuevas lenguas; podrán tomar a las serpientes con sus manos, y si beben un veneno mortal no les hará ningún daño; impondrán las manos sobre los enfermos y los sanarán» .

Después de decirles esto, el Señor Jesús fue llevado al cielo y está sentado a la derecha de Dios.

Ellos fueron a predicar por todas partes, y el Señor los asistía y confirmaba su palabra con los milagros que la acompañaban.

Palabra del Señor

¿Qué me quieres decir, Señor?

¿Cómo puedo hacer realidad este evangelio en mi vida?

Pueden ayudar estas ideas:

San Marcos se dejo seducir por Cristo. El amor de Dios llenaba su corazón de alegría, una alegría que tenía que compartir. Entendió enseguida que ser cristiano es ser anunciador de una Buena Noticia: escribió con sencillez su Evangelio y lo anunció con todas las fuerzas de su alma. ¿Evangelizas? ¿Cómo lo haces? ¿Con qué palabras y con qué gestos? ¿Qué te dice Dios? ¿Qué le dices?

El que crea y se bautice se salvará, será más feliz, su vida tendrá sentido, su esperanza será más fuerte, tendrá más fuerza para amar, para perdona, para entregar su vida…

“Gracias Señor por el don de la fe y del bautismo”

Echarán demonios: mentiras, injusticias, guerras, discordias… Hablarán lenguas nuevas: el testimonio, la entrega, la dulzura….Tomarán serpientes y beberán venenos: incomprensiones, rechazos, insultos… y no les hará daño.

“Señor, quiero confiar más en ti y en la fuerza que me das”

Amén