domingo, 24 de mayo de 2015

SEÑOR, ¿QUIEN ES EL QUE TE VA A ENTREGAR?



Jesús resucitado había anunciado con qué muerte Pedro debía glorificar a Dios.

Pedro, volviéndose, vio que lo seguía el discípulo al que Jesús amaba, el mismo que durante la Cena se había reclinado sobre Jesús y le había preguntado: «Señor, ¿quién es el que te va a entregar?»

Cuando Pedro lo vio, preguntó a Jesús«Señor, ¿y qué será de éste?»

Jesús le respondió: «Si Yo quiero que él quede hasta mi venida, ¿qué te importa? Tú sígueme».

Entonces se divulgó entre los hermanos el rumor de que aquel discípulo no moriría, pero Jesús no había dicho a Pedro: «Él no morirá», sino: «Si yo quiero que él quede hasta mi venida, ¿qué te importa?»

Este mismo discípulo es el que da testimonio de estas cosas el que las ha escrito, y sabemos que su testimonio es verdadero.

Jesús hizo también muchas otras cosas. Si se las relatara detalladamente, pienso que no bastaría todo el mundo para contener los libros que se escribirían.


Palabra del Señor



¿Qué me quieres decir, Señor?

¿Cómo puedo hacer realidad este evangelio en mi vida?

Pueden ayudar estas ideas:

Muchas veces, cuando descubrimos que alguien sigue un camino distinto al nuestro, vacilamos, nos quejamos... Y Jesús nos tiene que repetir: ¿a ti qué? Tú sígueme.

A cada uno el Señor nos marca un camino. No hay ninguno igual, tampoco hay uno más importante que otro. Sólo es más importante el camino que se recorre con más amor.

“Señor, enséñame a vivir mi vocación con alegría”

“Perdona y cura mis envidias, quejas y vacilaciones”

“Me has llamado Señor. Seguiré el camino que me señalas”

El Evangelio ha sido escrito para dar testimonio del amor de Dios Padre que se ha manifestado en la vida, muerte y resurrección de Jesús, con el don del Espíritu Santo.

Nuestra vida ha de ser como un libro abierto donde todos puedan leer que tenemos un Padre con un corazón lleno de amor, un Hermano que nos ha mostrado con su cruz y resurrección el camino de la vida y una Fuerza para superar los obstáculos y avanzar hacia el Padre.

“Señor, gracias por ser buena noticia para mí”

“Ayúdanos a ser buena noticia para todos”

“Señor, escribe recto con los torcidos renglones de mi vida”


ORACIÓN AL ESPÍRITU SANTO

Ven Espíritu de Gracia, quebranta el corazón endurecido, derriba las barreras de mi alma, destierra las tormentas al olvido.

Desata los nudos que en mi vida encadenan mis horas al pasado, libera las sonrisas escondidas y arranca de mi carne su pecado.

Suelta mi lengua para la alabanza, extiende mi mente a tu memoria, ensancha el corazón para que abra las puertas de mi ser para tu Gloria.

Abre mis oídos a tu canto, unge mis manos y mi frente, fortalece mis piernas, Fuego Santo para correr al lugar donde tu quieres.

¡Impúlsame! torbellino y arrebato huracanado con tus siete dones al mundo que adolece de tu encanto y desata los carismas que en mi escondes.

Muéleme en el fragor de tu tormenta e ilumina mis ojos por las noches; toma en tus llamas mi vida toda entera y quémala en el mar de tus fulgores.

Amén
                       

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