martes, 30 de septiembre de 2014

¿QUIERES QUE MANDEMOS CAER FUEGO DEL CIELO?


Cuando estaba por cumplirse el tiempo de su elevación al cielo, Jesús se encaminó decididamente hacia Jerusalén y envió mensajeros delante de Él. Ellos partieron y entraron en un pueblo de Samaría para prepararle alojamiento. Pero no lo recibieron porque se dirigía a Jerusalén.


Cuando sus discípulos Santiago y Juan vieron esto, le dijeron: «Señor, ¿Quieres que mandemos caer fuego del cielo para consumirlos?» Pero Él se dio vuelta y los reprendió. Y se fueron a otro pueblo.

Palabra del Señor.


¿Qué me quieres decir, Señor?


¿Cómo puedo hacer realidad este evangelio en mi vida?

Santiago y Juan iban con Jesús, pero ¡Cuanto les costaba comprender el nuevo estilo de vida iniciado por el Maestro! No saben de qué espíritu son. Son del espíritu del amor, de la comprensión, de la misericordia; no son hijos del espíritu del rencor y de la venganza.


“Señor danos tu Espíritu de amor, para que curemos el egoísmo con generosidad venzamos la mentira con la verdad, ganemos al orgullo con humildad y superemos la guerra con la paz”


Cristo no ha venido no a perder a nadie, ha venido y sigue viniendo a salvar a todos. Nuestra tarea es la misma: salvar, animar, dar alegría, levantar la esperanza.


Pedimos perdón porque a veces condenamos a los hermanos y damos gracias por las personas siguen salvando al mundo con su vida.


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