viernes, 7 de marzo de 2014

LOS SIGNOS DEL PAN Y DEL VINO



En el corazón de la celebración de la Eucaristía se encuentra EL PAN Y EL VINO que, por las palabras de Cristo y por la invocación del Espíritu Santo, se convierten en el Cuerpo y la Sangre de Cristo. Fiel a la orden del Señor, la iglesia continúa haciendo, en memoria de Él, hasta su retorno glorioso, lo que Él hizo en la víspera de su pasión: “Tomo el PAN…” “Tomó el cáliz lleno de VINO…” Al convertirse misteriosamente en el Cuerpo y la Sangre de Jesús.

Los SIGNOS DEL PAN Y DEL VINO, fruto del trabajo del hombre, pero antes fruto de la tierra y de la vid, dones del creador.

El Señor, habiendo amado a los suyos, nos amó hasta el fin, y cenando con sus apóstoles en la celebración de la pascua judía, les lavó los pies y les ordenó que llevaran PAN Y VINO como recuerdo de su estancia entre nosotros

No hay comentarios:

Publicar un comentario