A la Hora
de pasar de este mundo al Padre, Jesús levantó los ojos al cielo, orando así:
Padre, ha
llegado la Hora: glorifica a tu Hijo para que el Hijo te glorifique a
ti, ya que le diste autoridad sobre todos los hombres, para que Él diera
Vida eterna a todos los que Tú les has dado.
Ésta es
la Vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y
a tu Enviado, Jesucristo.
Yo te he
glorificado en la tierra, llevando a cabo la obra que me encomendaste.
Ahora,
Padre, glorifícame junto a ti, con la gloria que Yo tenía contigo antes
que el mundo existiera.
Manifesté
tu Nombre a los que separaste del mundo para confiármelos.
Eran
tuyos y me los diste, y ellos fueron fieles a tu palabra. Ahora
saben que todo lo que me has dado viene de ti, porque les comuniqué las
palabras que Tú me diste: ellos han reconocido verdaderamente que Yo salí de
ti, y han creído que Tú me enviaste.
Yo ruego
por ellos: no ruego por el mundo, sino por los que me diste, porque
son tuyos. Todo lo mío es tuyo y todo lo tuyo es mío, y en ellos he sido
glorificado.
Ya no
estoy más en el mundo, pero ellos están en él; y Yo vuelvo a ti.
Palabra
del Señor
¿Qué me quieres decir, Señor?
¿Cómo puedo hacer realidad este evangelio en
mi vida?
Pueden ayudar estas ideas:
La vida
eterna es conocer a Dios, es saborear su amor, es gustar de su presencia, es
dejarse conducir por Él, es amarle con todo el corazón, es ofrecerle todo lo
que somos, todo lo que Él nos ha dado.
“Jesús,
gracias por darnos a conocer al Padre”
“Danos
tu Espíritu para que le amemos con todo el corazón”
Jesús
dedicó su vida a ofrecer a las personas la vida, la vida eterna; dicho de otra
manera, Jesús nació, predicó, curó, sufrió, murió y resucitó para dar a conocer
el amor del Padre. Los cristianos estamos llamados a hacer lo mismo, a gritar
con nuestras obras y palabras que Dios nos ama y que en Él podemos ser
plenamente felices.
“Gracias
por darnos gratis el tesoro del a fe”
“Enséñanos,
Jesús a compartir nuestra fe”
“Perdona
Señor nuestra falta de testimonio, cura nuestros miedos”
Jesús
reza por nosotros, se preocupa por nosotros, porque nos ama. Ojalá sintamos
cada día más este amor y también nosotros nos preocupemos y recemos por los
demás.
ORACIÓN AL ESPÍRITU SANTO
Espíritu
y Vida Nueva que llenas los corazones de esperanzas e
ilusiones que en el Amor se renuevan.
Infúndenos
tu confianza para caminar seguros por caminos de Amor
puro por senderos de esperanza.
Para
predicar el Reino que se realiza en tu seno, el Amor
de un Padre bueno que nos da su Amor Eterno.
Para
anunciar la llegada de la gracia que se
entrega el fin de una larga espera la humanidad
ya lograda.
Para
anunciar la esperanza donde vemos ojos
tristes pues sabemos que viniste a fundar nuestra
confianza.
Amén
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