lunes, 4 de enero de 2016

TU ERES SIMÓN Y TE LLAMARAS CEFAS



Estaba Juan Bautista con dos de sus discípulos y, mirando a Jesús que pasaba, dijo: «Éste es el Cordero de Dios».

Los dos discípulos, al oírlo hablar así, siguieron a Jesús. Él se dio vuelta y, viendo que lo seguían, les preguntó: «¿Qué quieren?»

Ellos le respondieron: «Rabbí -que traducido significa Maestro- ¿dónde vives?»

«Vengan y lo verán», les dijo.

Fueron, vieron dónde vivía y se quedaron con Él ese día. Era alrededor de las cuatro de la tarde.

Uno de los dos que oyeron las palabras de Juan y siguieron a Jesús era Andrés, el hermano de Simón Pedro. Al primero que encontró fue a su propio hermano Simón, y le dijo: «Hemos encontrado al Mesías», que traducido significa Cristo.

Entonces lo llevó a donde estaba Jesús. Jesús lo miró y le dijo: «Tú eres Simón, el hijo de Juan: tú te llamarás Cefas», que traducido significa Pedro.

Palabra del Señor


¿Qué me quieres decir, Señor?

¿Cómo puedo hacer realidad este evangelio en mi vida? 


Los discípulos de Juan siguen a Jesús, porque el propio Juan les indica el camino. Simón sigue a Jesús por la invitación de su hermano Andrés. Dice el Evangelio: “lo llevo a Jesús”.

“Gracias, Señor, por todas las personas que me han acercado a ti”

“A veces quiero que me sigan e impido que te sigan. Perdóname, Señor”

“Dame Señor arrojo y tino para anunciar que Tú eres el camino”

¿Qué buscáis? ¿Qué buscas? ¿Dónde buscas tu felicidad? ¿Dónde crees que la vas a encontrar? ¿Vas por el camino acertado? ¿Buscas tu felicidad en Dios, en el Evangelio? ¿Qué le dices a Jesús?

Venid y lo veréis. Jesús no responde a los discípulos de Juan con un gran discurso. Los invita a vivir una experiencia. ¿Conocemos a Jesús de oídas o hemos hecho la experiencia de estar con Jesús? ¿A qué experiencias podemos invitar a las personas que buscan el sentido de su vida? ¿Qué te dice Dios? ¿Qué le dices?

Tú nos invitas a ponernos en camino, a salir de nuestras casas (situaciones, miserias, enfermedades, dolencias) y a recorrer un itinerario de fe, un camino en el que los que te sigan irán descubriendo y respondiendo a la pregunta por tu identidad.

La gente pregunta quién eres y tú respondes “venid y lo veréis”, “llamad y se os abrirá”, “amad por encima de todo”, “perdonad hasta setenta veces siete”, “construid vuestra casa sobre la roca”, “sembrad con perseverancia y sed pacientes”… …porque tú nos quieres en camino, en movimiento, en acción y en este no parar te nos descubres tal cuál eres.

Dame la oportunidad de acercarme a ti, de preguntarte quién eres y de conocer la respuesta en el seguimiento fiel a tu persona y a tu proyecto, a tu evangelio y a la misión.

Amén

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