Jesús vio una gran muchedumbre
y se compadeció de ella, porque eran como ovejas sin pastor, y estuvo
enseñándoles largo rato.
Como se había hecho tarde, sus
discípulos se acercaron y le dijeron: «Éste es un lugar desierto, y ya es muy
tarde. Despide a la gente, para que vaya a los campos y poblaciones cercanos a
comprar algo para comer».
Él respondió: «Denles de comer
ustedes mismos».
Ellos le dijeron: «¿Tendríamos
que ir a comprar doscientos denarios de pan para dar de comer a todos?»
Jesús preguntó: «¿Cuántos
panes tienen ustedes? Vayan a ver». Después de averiguarlo, dijeron: «Cinco
panes y dos pescados».
Él les ordenó que hicieran
sentar a todos en grupos, sobre la hierba verde, y la gente se sentó en grupos
de cien y de cincuenta.
Entonces Él tomó los cinco
panes y los dos pescados y, levantando los ojos al cielo, pronunció la
bendición, partió los panes y los fue entregando a sus discípulos para que los
distribuyeran. También repartió los dos pescados entre la gente Todos comieron
hasta saciarse, y se recogieron doce canastas llenas de sobras de pan y de
restos de pescado. Los que comieron eran cinco mil hombres.
Palabra del
Señor
¿Qué me quieres decir, Señor?
¿Cómo puedo hacer realidad este evangelio en
mi vida?
El
Evangelio de hoy nos ayuda a entender mejor qué significa el Adviento y la
Navidad: Dios viene porque se da cuenta de nuestras necesidades, porque tiene
compasión de nosotros.
Señor Jesús, tienes compasión de los que no te
encuentran y te acercas a todos, tienes compasión de los que te tememos y te
haces pequeño.
Tienes compasión de los que somos demasiado duros y
te manifiestas como ternura.
Gracias, Jesús.
Tienes compasión de los que tenemos hambre y te
conviertes en pan de vida.
Tienes compasión de los que no te entendemos y te
haces Palabra.
Tienes compasión de los que nos sentimos solos y
perdidos y te haces nuestro compañero de camino.
Gracias, Jesús.
Tienes compasión de los que sufren en su cuerpo o
su alma y te presentas como nuestro médico y medicina.
Tienes compasión de los que somos perezosos para
servir y te haces nuestro esclavo.
Tienes compasión de los que pecamos y cargas con
las consecuencias de nuestros errores.
Gracias, Jesús.
Tienes compasión de los que nos cuesta entregarnos
y te ofreces por nosotros en la cruz.
Tienes compasión de los que tenemos la muerte y con
tu resurrección abres las puertas de la Vida eterna.
Tienes compasión de los somos cobardes y miedosos y
nos regalas la fuerza de tu mismo Espíritu.
Gracias, Jesús.
Y
nosotros, ¿vemos las necesidades de los hermanos, tenemos compasión, actuamos?
Amén
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