Estoy de pie, junto a la cruz. Han sido horas interminables de angustia. Varias veces han flaqueado mis piernas, pero Dios me ha dado fuerzas.
Jesús esta muriendo... Y YO CON ÉL.
Con frecuencia me ha mirado y se que sufre por mi dolor, pero me necesita y agradece mi presencia
Con un supremo esfuerzo, en medio de su asfixia, me dijo con ternura:
-MUJER, AHÍ TIENES A TU HIJO-
Y con la mirada me señalo a Juan que estaba junto a mi...
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