Jesús dijo a sus discípulos:
¿Qué les parece? Si un hombre
tiene cien ovejas, y una de ellas se pierde, ¿no deja las noventa y nueve
restantes en la montaña, para ir a buscar la que se extravió? Y si llega a
encontrarla, les aseguro que se alegrará más por ella que por las noventa y nueve
que no se extraviaron.
De la misma manera, el Padre
de ustedes, que está en el cielo no quiere que se pierda ni uno solo de estos
pequeños.
Palabra del
Señor
¿Qué me quieres decir, Señor?
¿Cómo puedo hacer realidad este evangelio en
mi vida?
Pueden ayudar estas ideas:
La
parábola del pastor nos ayuda a comprender al Dios del Adviento, al Dios que
viene. Viene porque quiere recuperar a la oveja perdida, porque quiere
recuperarnos. Y quiere recuperarnos no por su interés, sino por el nuestro.
Viene porque nos quiere. Viene a buscarnos, pero no nos recuperará a la fuerza.
Esperará hasta que se lo permitamos.
"Gracias
Señor por tu amor infinito"
"Gracias
por respetar tanto la libertad que me has dado"
"Que
no te hagamos esperar Señor"
Es
bueno recordar cómo se ha hecho realidad el evangelio en la vida de cada
uno. ¿Cuando me he sentido perdido, alejado de Dios? ¿Cómo se las ha arreglado
el Señor para salir a buscarme, para encontrarme, para convencerme y volver
junto a él, para disfrutar de su alegría? Recordamos situaciones y damos
gracias.
Y en
este momento de mi vida, ¿Cómo estoy? ¿En qué me he alejado de Dios? ¿En qué
estoy perdido? Quizá a través del evangelio de hoy el Señor ha salido a
buscarme. ¿Quiero encontrarme con él? ¿Qué me dice Dios? ¿Qué le
digo?
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