Jesús tomó la palabra y dijo:
Vengan a mí todos los que están afligidos y agobiados, y Yo los
aliviaré.
Carguen sobre ustedes mi yugo y aprendan de mí, porque soy paciente y
humilde de corazón, y así encontrarán alivio.
Porque mi yugo es suave y mi carga liviana.
Palabra del Señor
¿Qué me quieres decir, Señor?
¿Cómo puedo hacer realidad este evangelio en
mi vida?
Pueden ayudar estas ideas:
Cuando
nos sentimos cansamos y agobiados, en la oración no hace falta palabras.
Dios
nuestro Padre sabe de sobra cómo estamos. Nos acercamos a Él, permanecemos
en silencio. Y él es para nosotros descanso y paz.
También
nosotros los cristianos, seguidores de Jesús estamos llamados a ser descanso y
paz para los que se están cansados y agobiados. ¿Para qué personas en
concreto debo ser descanso y paz? ¿Cómo lo voy a hacer? Lo pensamos y
pedimos a Dios luz y fuerza para responder a esta llamada.
Siempre
habríamos creído que ser cristiano es una tarea dura y exigente. Y de
alguna manera es verdad. Pero también es cierto que el yugo de Jesús es
llevadero y su carga ligera. Cualquier otro camino, a corto o a largo plazo,
nos resulta más pesado, menos fecundo, más inútil.
"Libérame
Señor de los yugos que me esclavizan"
"Gracias
Señor, por llevar mi yugo conmigo"
"A veces no quiero coger la cruz.
Perdóname"
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