Se acercaron algunos fariseos que le dijeron a
Jesús: «Aléjate de aquí, porque Herodes quiere matarte».
Él les respondió: «Vayan a decir a ese zorro: hoy y
mañana expulso a los demonios y realizo curaciones, y al tercer día habré
terminado. Pero debo seguir mi camino hoy, mañana y pasado, porque no puede ser
que un profeta muera fuera de Jerusalén.
¡Jerusalén, Jerusalén, que matas a los profetas y
apedreas a los que te son enviados! ¡Cuántas veces quise reunir a tus hijos,
como la gallina reúne bajo sus alas a los pollitos, y tú no quisiste! Por eso,
"a ustedes la casa les quedará desierta". Les aseguro que ya no me
verán más, hasta que llegue el día en que digan:
¡Bendito el que viene en Nombre del Señor!»
Palabra del Señor
¿Qué me quieres decir, Señor?
¿Cómo puedo hacer realidad este evangelio en mi
vida?
El cerco en torno a Jesús se estrecha. Él se da
cuenta, pero es fiel a su misión, aunque se da cuenta de que se aproxima su
término. Sin embargo, nosotros, en muchas ocasiones, encontramos mil disculpas
para dejar de ser fieles y evitar así el sufrimiento que prevemos.
“Señor, haznos fieles, cura nuestra cobardía”
Cuantas veces Dios nos ha querido reunir, como la
gallina reúne a sus pollitos bajo sus alas. Sin embargo, no nos dejamos querer
por el Señor que nos ofrece su ternura.
“No te canses, Señor, de reunirnos”
“Perdona y cura nuestra autosuficiencia”
Jesús, tú me dices con lágrimas en los ojos:
-¡Cuántas veces he querido acompañarte, consolarte, amarte y darte fuerza; y no
has querido! ¡Cuántas veces he querido acercarte y unirte a otros hermanos
tuyos, que te necesitan y a los que necesitas; y te has quedado solo, aislado!
Señor, sé que tú eres fuego y no me acerco a
calentarme; sé que tú eres pan y no me acerco a saciar mi hambre; sé que tú
eres paz y no me acerco a curarme de mis inquietudes; sé que tú eres alegría y
prefiero quedarme a solas con mi tristeza... Prefiero hacer otras cosas y
acercarme a otras personas, aunque sé que sólo tú puedes colmar el gran corazón
que me diste.
Señor, que tus lágrimas me conviertan y sepa
acercarme cada día a ti, sin prisa, con absoluta confianza, que sepa dejarme
cuidar por ti, para vivir como un polluelo, seguro y feliz, bajo las alas de la
gallina. Qué sepa acercarme cada día a las personas que necesitan de mí y a las
que necesito para seguir adelante.
Amén
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