Había
entre los fariseos un hombre llamado Nicodemo, que era uno de los notables
entre los judíos. Fue de noche a ver a Jesús y le dijo: «Maestro, sabemos que
Tú has venido de parte de Dios para enseñar, porque nadie puede realizar los
signos que Tú haces, si Dios no está con Él».
Jesús le
respondió:
«Te
aseguro que el que no renace de lo alto no puede ver el Reino de Dios».
Nicodemo
le preguntó: «¿Cómo un hombre puede nacer cuando ya es viejo? ¿Acaso puede
entrar por segunda vez en el vientre de su madre y volver a nacer?»
Jesús le
respondió: «Te aseguro que el que no nace del agua y del Espíritu no puede
entrar en el Reino de Dios.
Lo que
nace de la carne es carne, lo que nace del Espíritu es espíritu.
No te
extrañes de que te haya dicho: "Ustedes tienen que renacer de lo
alto".
El viento
sopla donde quiere: tú oyes su voz, pero no sabes de dónde viene ni a dónde va.
Lo mismo
sucede con todo el que ha nacido del Espíritu».
Palabra
del Señor
¿Qué me quieres
decir, Señor?
¿Cómo puedo hacer
realidad este evangelio en mi vida?
Pueden ayudar estas
ideas:
Nicodemo fue
a hablar con Jesús de noche. Era de noche porque no había nacido de nuevo,
porque no había nacido del Espíritu. Era de noche, pero se acercó a la luz, a
la Luz.
“Aunque
sea de noche en mi corazón, me acerco a Ti”
“Que
nunca me acostumbre a caminar a oscuras, Señor”
Nicodemo alaba
a Jesús, pero Jesús no se deja halagar. Mas bien plantea al visitante nocturno
un paso adelante: “hay que nacer de nuevo”. En nuestro camino de fe estamos
llamados a avanzar siempre. No podemos detenernos. Tenemos tanto camino por
recorrer...
“Señor
¿por dónde tengo que avanzar?”
“No
dejes que me conforme con la mediocridad”
Nacer
de nuevo. Nadie puede nacer por sí mismo. Necesita un padre y una madre: El
Espíritu y el agua los sacramentos. Tenemos que salir de la comodidad,
acercarnos a los pobres, a la comunidad cristiana... para que nos dé el aire
del Espíritu y podamos renacer.
¿Qué te
dice Dios? ¿Qué le dices?
Señor,
me esfuerzo cada día por seguirte, aunque muchos de mi amigos pasen de Ti.
Busco la verdad y la justicia, como Nicodemo.
Y Tú me
pides algo desconcertante: "nacer de nuevo". ¿Nacer de nuevo a mi
edad, Señor? ¡A duras penas consigo corregir mis defectos, como para
"nacer de nuevo"! Pídeme, Señor, que comparta algo con los pobres.
Pídeme, Señor, que asuma algún compromiso. Estoy dispuesto a hacer cosas por ti
y por los demás. Pero no me pidas "nacer de nuevo". No sé qué es
"nacer de nuevo", No sé cómo podría "nacer de nuevo".
Señor,
me resisto a "nacer de nuevo", aunque intuyo que ese es el verdadero
camino. Rompe las rutinas, las seguridades, los apegos que no me dejan
"nacer de nuevo". Ayúdame a entender que yo solo no puedo "nacer
de nuevo". Nadie puede darse a luz a uno mismo. Sólo Tú, sólo tu Espíritu,
sólo tu Amor pueden hacer posible que yo "nazca de nuevo". Ayúdame,
Señor, a abrirte mi corazón de par en par. Ayúdame a dejarme conducir por tu
Espíritu. Ayúdame a dejarme transformar por tu Amor.
Amén
No hay comentarios:
Publicar un comentario