Jesús
habló diciendo:
¡Ay de ustedes, escribas y fariseos hipócritas, que pagan el diezmo de
la menta, del hinojo y del comino, y descuidan lo esencial de la Ley: la
justicia, la misericordia y la fidelidad! Hay que practicar esto, sin descuidar
aquello. ¡Guías ciegos, que filtran el mosquito y se tragan el camello!
¡Ay de ustedes, escribas y fariseos hipócritas, que limpian por fuera la
copa y el plato, mientras que por dentro están llenos de codicia y desenfreno!
¡Fariseo ciego! Limpia primero la copa por dentro, y así también quedará limpia
por fuera.
Palabra del Señor.
¿Qué me quieres decir, Señor?
¿Cómo puedo hacer realidad este evangelio en
mi vida?
Los
fariseos cumplen los preceptos más pequeños y descuidan los más grandes,
filtran el mosquito y se tragan el camello. Otras personas dicen cumplir las
importantes y descuidan las pequeñas, buscan la justicia y la paz en el mundo y
sin embargo no cuidan los detalles sencillos que hacen la vida agradable a los
demás.
¿En qué grupo te
encuentras?
¿Cómo
cuidamos nosotros el derecho, la compasión y la sinceridad?
Estemos
en cualquiera de estos dos grupos, Jesús nos dirige las mismas palabras, llenas
de sabiduría: “Esto es lo que habría que practicar, aunque sin descuidar
aquello”
¿Qué te dice Dios?
¿Qué le dices?
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