Con el Bautismo y la Eucaristía, el sacramento de la Confirmación constituye el conjunto de los Sacramentos de la iniciación critiana, cuya unidad debe de ser salvaguardada. Es preciso, explicar a los fieles que la recepción de este sacramento es necesaria para la plenitud de la gracia bautismal.
A los bautizados, el sacramento de la Confirmación los une mas íntimamente a la Iglesia y los enriquece con una fortaleza especial del Espíritu Santo. Podemos decir sin problema que con el Bautismo recibimos a Dios Padre, con la Eucaristía recibimos a Dios Hijo y con la Confirmación recibimos a Dios Espíritu Santo.
De esta forma, con la Confirmación se comprometen mucho más, como auténticos testigos de Cristo a extender y defender la fe con sus palabras y sus obras.
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