Uno de la multitud dijo a Jesús: «Maestro, dile a
mi hermano que comparta conmigo la herencia»,
Jesús le respondió: «Amigo, ¿quién me ha constituido juez o árbitro
entre ustedes?» Después les dijo: «Cuídense de toda avaricia, porque aun en
medio de la abundancia, la vida de un hombre no está asegurada por sus
riquezas».
Les dijo entonces una parábola: «Había un hombre rico, cuyas tierras
habían producido mucho, y se preguntaba a sí mismo: "¿Qué voy a hacer? No
tengo dónde guardar mi cosecha" Después pensó: "Voy a hacer esto:
demoleré mis graneros, construiré otros más grandes y amontonaré allí todo mi
trigo y mis bienes, y diré a mi alma: Alma mía, tienes bienes almacenados para
muchos años; descansa, come, bebe y date buena vida",
Pero Dios le dijo: "Insensato, esta misma noche vas a morir, ¿y
para quién será lo que has amontonado?"
Esto es lo que sucede al que acumula riquezas para sí, y no es rico a
los ojos de Dios».
Palabra del Señor
¿Qué
me quieres decir, Señor?
¿Cómo
puedo hacer realidad este evangelio en mi vida?
Que pocas son las familias en la que no hay
problemas con las herencias. Normalmente los problemas no surgen porque cada
uno exige sus derechos legítimos, sino porque, aunque casi nadie lo reconoce,
en casi todos se esconde la codicia.
Pedimos al Señor que nos ayude a reconocer la codicia, consciente o inconsciente que influye, condiciona y en ocasiones determina nuestra actuación; y que, por consiguiente, marca las relaciones con los demás y con Dios. Pedimos fuerza para superarla.
Pedimos al Señor que nos ayude a reconocer la codicia, consciente o inconsciente que influye, condiciona y en ocasiones determina nuestra actuación; y que, por consiguiente, marca las relaciones con los demás y con Dios. Pedimos fuerza para superarla.
Damos gracias porque también somos capaces de
ser generosos y por todas aquellas personas que son ejemplares a la hora de
compartir sus bienes.
Señor, líbrame de la codicia de tener mucho dinero y hazme generoso, como Tú.
Señor, líbrame de la codicia de tener mucho dinero y hazme generoso, como Tú.
Líbrame de la codicia de acaparar mucho poder
y hazme servicial, como Tú.
Líbrame de la codicia de desear muchos
caprichos y hazme austero, como Tú.
Líbrame de la codicia de ser famoso y hazme
pasar por uno de tantos, como Tú
Líbrame de la codicia de poseer a las personas
y ayúdame a buscar la libertad de todos, como Tú.
Líbrame de la codicia de querer ser el mejor y
hazme ser hoy mejor que ayer, con tu ayuda.
Líbrame de la codicia de buscar continuamente
el placer y haz que busque sólo el Amor, contigo.
Líbrame de la codicia de hacer muchas cosas y
ayúdame a cumplir la voluntad del Padre, como Tú.
Líbrame de la codicia de pretender ser un
salvador y hazme humilde colaborador tuyo.
La vida no depende de los bienes. Ni la vida, ni la felicidad, ni nada que tenga realmente valor a los ojos de Dios. Una vida plena y feliz es consecuencia del amor, de la fe, de la entrega...
La vida no depende de los bienes. Ni la vida, ni la felicidad, ni nada que tenga realmente valor a los ojos de Dios. Una vida plena y feliz es consecuencia del amor, de la fe, de la entrega...
¿Cómo quieres asegurarte una buena vida,
acumulando riquezas?
¿Qué te dice Dios? ¿Qué le dices?
Amén
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